*Henri Michaux
Amortiguada, se palpa el pulso de las cosas; en ellas se ronca; se tiene todo el tiempo; tranquilamente, toda la vida. Se sorben los sonidos, se les sorbe tranquilamente; toda la vida. Se vive en el zapato. Se hace la limpieza en él. Ya no es necesario apretujarse. Se tiene todo el tiempo. Se degusta. Se ríe para dentro. Ya no se cree que se sepa. Ya no es necesario contar Se es feliz bebiendo; se es feliz no bebiendo. Se es, se tiene tiempo. Se es la amortiguada. Se ha salido de las corrientes de aire. Se tiene la sonrisa del chanclo. Ya no se está cansada. Ya no se está afectada. Se tienen rodillas en la punta de los pies. Ya no se siente vergüenza bajo la campana. Una ha vendido los montes. Ha puesto su huevo, ha depuesto sus nervios.
Alguien habla. Alguien ya no está cansado. Alguien ya no escucha. Alguien ya no necesita ayuda. Alguien ya no está tenso. Alguien ya no espera. El uno grita. El otro obstáculo. Alguien circula, duerme, cose, ¿eres tú Lorellou?
No puede más, no participa en nada, alguien.
Algo constriñe a alguien.
Sol, o luna, o bosques, o bien rebaños, multitudes o ciudades, a alguien no le gustan sus compañeros de viaje. No ha elegido, no reconoce, no degusta.
Princesa de marea baja ha entregado sus zarpas; ya no tiene valor para comprender; ya no tiene ánimo para tener razón.
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