martes, 9 de septiembre de 2008

Caminata, entre confianzas y cautelas

Pensaba qué postear
Había estado leyendo bibliografía: ...que lo ideal es postear todos los días, qué cómo tener un blog exitoso, y todo tipo de consejos publicitarios... -Propaganda, no publicidad; rectificaría inmediatamente un amigo anarko..
Claro, eso, ¿cómo saber de qué estamos hablando?

No se me ocurría nada..

Prendí un cigarrillo y salí a caminar (navegar). Agarré por el caminito de los tilos, muchas veces tomo ese camino para salir a caminar, no sé, será el aroma que en esta época suele marcar algunos rumbos, o será simplemente porque ha sabido depararme unas lindas caminatas.

Cuestión que terminé leyendo -por diversas confluencias que ameritaron una lectura línea por línea- un post acerca de los porteros automáticos. Decía que como en la ciudad de Buenos Aires los porteros automáticos ya no funcionan para abrir desde el depto. la puerta de calle -por razones, justificadas quizás, de seguridad-, la circulación, la comunicación, se ven trabadas, interrumpidas, incomodadas por ese 'bajar a abrir'.
"Reinan la desconfianza y el miedo", decía.
Hablaba después de un "presentimiento" de que algo de esto sea lo que pasa en la W2 ("aquí", decía), y hablaba de la dificultad para crear nuevas redes, como si del mismo modo exigiésemos que algún conocido 'le baje a abrir' para dejar entrar a alguien.

Me quedé pensando. Decidí que ése había sido hoy el motivo de mi caminata. Me eché hacia atrás y encendí otro cigarrillo.
Durante mi breve y reciente experiencia en la w2 -me refiero a habitar la web como algo más que una fuente de consulta o de recursos-, me fui dando cuenta que mi criterio de confianza se iba construyendo parecido a: confío en lo que no me hace perder el tiempo. Ya fueran sitios (webs, blogs, redes), personas o hallazgos nominativos (etiquetas). Confío en lo que no me decepciona, en lo que ha sabido filtrar, evaluar; en lo que me ayuda a distinguir lo notable de lo ordinario.

Me acordé del dilema de los prisioneros. En el que se plantea algo así como que la confianza mutua beneficia igualmente a ambos, la desconfianza mutua perjudica igualmente a ambos, y la confianza defraudada beneficia más que la confianza mutua al defraudador y perjudica más que la desconfianza mutua al ingenuo.
Cuando descubrí este dilema leí algunos artículos sobre su aplicación a la Teoría de los juegos. Recuerdo particularmente una reflexión que se hacía inspirada en un Campeonato entre computadoras programadas con diferentes algoritmos de estrategia frente al dilema de los prisioneros iterado. Decía algo así como que las estrategias poco inteligentes, por ejemplo confiar siempre, perjudicaban a todos -no sólo a sí misma- al fortalecer a las estrategias odiosas, por ejemplo desconfiar siempre.

Me quedé pensando
¿qué actitud adoptar cuando no sabemos muy bien de qué estamos hablando? ¿cómo administrar la confianza y la cautela? ¿qué gestos sabremos inventar para evitar la interrupción de 'bajar a abrir' sin permitir tampoco que "nos atraquen"? ¿qué signos para no depender de un conocido (propietario/miembro)?
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7 comentarios:

Gabriela Sellart dijo...

Creo que la cuestión con las redes es que nadie tiene que bajar a abrir la puerta. La confianza (siempre hablando de redes) es una confianza distribuida.

norag dijo...

Querida Vale, tengo algunas disidencias con lo que expresás en tu post. Soy de las que aplica la estrategia (¿poco inteligente?) de confiar siempre (hasta que no se demuestre lo contrario) y aunque es cierto que alguna vez he tenido sorpresas no muy gratas, la cosecha de buenos momentos y solidaridades compartidas ha sido siempre mayor que el gasto energético de caminar con tanta cautela. Como provinciana que soy, habitante de una ciudad pequeña en la que una sale a caminar pocas cuadras y se encuentra con amigos, conocidos y parientes, me siento bastante desajustada cuando voy a Buenos Aires, donde todos se la pasan dándome recomendaciones relacionadas con mi seguridad en la calle. Por supuesto que la terrible realidad que se vive en las grandes ciudades a nivel violencia, desprecio por la vida, etc. justifican estos cuidados. Pero siempre me deja un sabor amargo comprobar cuánto miedo nos generan los otros... y cuántos encuentros se nos pierden detrás de los porteros automáticos, las rejas y los candados. Pensé que las redes y los espacios virtuales nos alivian bastante de esos temores...y nos permiten contactarnos con personas desde lugares más intensos y menos expuestos. ¿será así?

vale dijo...

Gabriela,
"confianza distribuida", me gusta, sí. Interesante concepto, tengo que pensarlo. Quizás es algo de eso lo que me estoy preguntando: ¿cuáles son los elementos mínimos -en el sentido de fragmentos- sobre los que se puede depositar nuestra confianza?.
Algo así como no dar la vida por "la causa" pero jugársela en cada situación en la que elijamos participar.

vale dijo...

Hola Nora, me alegra que hayas escrito. Me ayuda a leer lo que dije.
Las estrategias 'poco inteligentes' (confiar siempre) eran las que seguían confiando -ante la misma computadora- después de haber sido defraudadas. De este modo, permitían que las máquinas que jugaban a desconfiar siempre acumularan gran cantidad de puntaje. Es decir, omitían tu "hasta que no se demuestre lo contrario".
De hecho, creo que recordar que una de las estrategias que mejor desempeño había tenido, era arrancar confiando y seguir haciéndolo mientras el otro no las defraudara; después de lo cual, desconfiaban el resto de las veces. Esto recomenzaba en cada una de las 'partidas', es decir, frente a otra computadora, volvían a arrancar confiando.

Comparto con vos esa sensación de "desajuste" cuando ando temiendo por mi seguridad. Tal cual, como si esa desconfianza consumiera mi energía..

De lo que no estoy segura es de que las redes virtuales sean lugares más intensos y menos expuestos. Quiero decir, si es intenso estoy expuesta.
No arriesgo de modo directo mi cartera y mi cuerpo, es cierto, pero uno vive y muere donde piensa, donde ama, donde vibra. En este sentido le tengo más miedo a la "publicidad" (clickée aquí) que a que me asalten por la calle.

Otra cosa que hizo pensar tu comentario es si será lo mismo cautela que desconfianza.

Un cariño, vale.

Gabriela Sellart dijo...

Durante muchos años, hubo a unos metros de mi casa una especie de bar en el que se consumía mucho y en la calle. Eran siempre los mismos. Muchos, incluso, vivían por acá, algunos habían estado en cana por diferentes delitos. Ellos eran la garantía de que a mi casa, por lo menos por la puerta de entrada, nadie iba a entrar a robar. Cuando llegaba tarde y ellos estaban, abría la puerta tranquila. Obviamente, compartía ciertos códigos. No los denunciaba, no ponía cara de asco e incluso saludaba a algunos. Eran parte de mi red.
Las redes virtuales funcionan de la misma manera. Claro, hay que construirlas, de un modo deliberado.
Tu red te previene del “falso clic”, o te ayuda a resolver las consecuencias.

nancyac2008@hotmail.com dijo...

HOLA. ES BASTANTE RARO ELVIVIR HOY. MIEDOS, DESAFIOS, INQUIETUDES.
PERO DE ALGO ESTOY SEGURA, LA CONFIANZA ES ALGO ESENCIAL, PROPIO DEL SER HUMANO, QUE NACE CON UNO.
NO PODEMOS TRANSITAR EN ESTE MUNDO LLENOS DE MIEDO, PERO SÍ ATENTOS.
ME PARECIÓ MUY CONSTRUCTIVO TODOS TUS APORTES, OFRECIENDO UN ABANICO DE POSIBILIDADES.
UNO PUEDO O NO COMPARTIR CRITERIOS, PERO SI DE ALGO ESTAMOS SEGUROS ES QUE SOMOS CAPACES DE DISCERNIR Y PRESENTAR OPINIÓN.
TODOS ALGUNA VEZ, POR ALGUNA CAUSA,
MANIFESTAMOS NUESTRA "INSEGURIDAD", PERO CONSIDERO QUE ES AHÍ, EN ESE MOMENTO DONDE NUESTRA CONFIANZA DEBE REFLOTAR. ENTENDAMOS QUE NO ESTAMOS SOLOS, QUE EL CAMINO ES CON TODOS Y QUE APRENDEMOS DE TODOS.
LA SOLIDARIDAD, EL COMPROMISO, LA RESPONSABILIDAD, LA CONFIANZA, LA FE NOS HUMANIZA Y NOS PERMITE DEJAR DE LADO LOS MIEDOS... PODER CONTESTAR UN LLAMADO, PODER ATENDER EL PORTERO, PODER LLEGAR AL OTRO.
ES UN "LABERINTO" INCREÍBLE, CON MUCHAS SALIDAS. EL DESAFÍO ES TRANSITARLO, ESTOY SEGURA QUE TODOS PODEMOS. SÓLO ES CUESTIÓN DE PROPONERLO.
SIGO AFIRMANDO QUE TU RELATO FUE EXCELENTE!!!

Faby dijo...

Hola Vale!

Me asomo a tu blog, y descubro este hilo enlazado.

Confianza, cautela, desconfianza, intenso, expuesto.

Creo que la gran puerta esta abierta en ambos mundos , "virtual", "real", que no tomo como separados.

Uno adentro del otro. Abrimos o no.

La cautela es el "sentir interno" que se me dispara ante algo "no confiable", voy con cautela ante algo que puede intimidarme, provocarme un desconcierto. La precaución o reserva con que hago algo.

La desconfianza esta en la situación. La cautela en la acción, Creo.

La "seguridad" y acá diría "tranquilidad"? que me da "ir por las redes" , es que se, no me quitaran la cartera, ni me atraparan en el cajero, pero pueden quitarme otras cosas.

Lugares mas intensos y menos expuestos para relacionarme con otras personas? No lo creo.
Es mas intensa la palabra leída muchas veces, que la escuchada. Y esto si, es expuesto.

Y la inseguridad cotidiana , que gasta y desgasta energía, es devastadora. Un amigo siempre me dice, en la calle solo hay que estar "atento".
Y con esa premisa voy.Al menos por la calle.

Un beso Vale!
Faby